Me encontraba totalmente ciega. Solo veía destellos de luz, había perdido la visión 4 meses atrás, con ella se había ido la motivación, mi único refugio era Dios. Me sentía triste y a veces lloraba, no podía cocinar. Me vio el Dr. Hugo Luna y él me habló de la Fundación Luz Sonrisa y Salud, él también fue la luz de mis ojos, Dios lo Bendiga grandemente. Varios hermanos de su Iglesia habían augurado que yo iba a ver, lo cual en ningún momento lo dudé, Dios envió un ángel. Un hermano que me dijo que iba a recobrar la visión y otros hermanos me decían que tuviera fe en Dios. Cuando iba de camino a la cirugía, a pesar de no ver, con los ojos del alma veía que una mano protegía la buseta en la que me llevaba a la cirugía. Hoy estoy feliz gracias a la Fundación Luz Sonrisa y Salud y a las manos bendecidas de sus doctores. Oro por ustedes todos los días.